Nuestras vacas, ovejas y cabras

 

100% Pasto

Nuestros rebaños viven en libertad, pastando y rumiando las 24 horas del día, los 365 días del año, en nuestros campos, pastizales y bosques. No conocen la estabulación ni el pienso y solo se alimentan de pastos y forrajes ecológicos propios. 

Al no comer harina de grano ni pienso, el desarrollo de nuestrosanimales es 100% natural. Van creciendo de manera natural hasta el momento en que decidimos si se quedan para recría, o bien si son sacrificados en un matadero ecológico de forma rápida y respetuosa, para evitar todo sufrimiento innecesario para el animal. 


100% Ecológico 

Los alimentos ecológicos no tienen productos tóxicos añadidos, nocivos para la salud. De esta manera, en nuestra finca: 

  • No se siembran semillas transgénicas 
  • No se aplican fertilizantes químicos sintéticos 
  • No se utilizan herbicidas ni pesticidas sintéticos 
  • No se realizan tratamientos preventivos con medicamentos 
  • Se siguen las normas de bienestar animal 
Es controlada por organismos certificadores homologados.

 

Razas autóctonas y rústicas  

Nuestros rebaños son de raza autóctona (española y francesa), muy rústicas y robustas, que gozan de elevada fecundidad, gran facilidad de parto y elevadas cualidades maternales innatas. Al no destetarlos, terneros, corderos y cabritos se alimentan de la leche de sus madres hasta que se cansan, a la vez que imitan su comportamiento, aprendiendo a pastar y rumiar la hierba de los pastos ecológicos. Así sus estómagos se van conformando paulatinamente hasta que los tienen totalmente desarrollados y preparados para dejar de tomar leche y alimentarse solo de hierba y forrajes verdes. 

 
Aubrac , la raza de nuestras vacas, además de tener una carne rosada, tierna y sabrosa, es la raza de ternera preferida del famoso cocinero francés Michel Bras, de Laguiole, con restaurante galardonado con 3 estrellas Michelin desde el año 1999.

Oveja ripollesa, es la raza rústica que mejor se adapta a nuestro ecosistema.

Cabra pirenaica, ramonea todo el día y es feliz en medio de la garriga típica del Ampurdán.